Este aditivo es objeto de un estudio que sugiere una posible relación entre el consumo de azocolorantes, asociados al conservante benzoato de sodio (E211), y la hiperactividad en los niños. En un informe dedicado específicamente a este estudio, conocido como el estudio de Southampton, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa) mitiga en cierta medida las conclusiones. No obstante, los resultados proporcionados por este estudio muestran un impacto significativo en individuos específicos sensibles a los aditivos alimentarios en general o a los colorantes en particular. Los alimentos que contienen E110 deben mencionarse obligatoriamente Pueden tener efectos adversos en la actividad y la atención de los niños. Algunas fuentes también mencionan reacciones alérgicas, pero no hay una referencia concluyente. Por último, existen estudios contradictorios sobre los efectos potencialmente genotóxicos de este aditivo. Los límites máximos de uso han sido revisados a la baja en los últimos años.
Yogures aromatizados, ciertos embutidos, dulces, mostazas, salsas, BRSA, bebidas alcohólicas, chicles en particular..