La cochinilla es un colorante rojo natural. Su pigmento se deriva del insecto escama Dactylopius coccus costa, un parásito de varios cactus. El ácido carmínico se obtiene de los extractos de la cochinilla. Los carmines son por su parte lacas aluminizadas de ácido carmínico que no deben contener menos del 50% de ácido carmínico que constituye el principio colorante. Este colorante se asocia a residuos de extracción alergénica (materiales proteínicos del insecto original) que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa) recomienda limitar al máximo: posibilidad de alergias respiratorias y alimentarias. También se sospecha que promueve la hiperactividad en los niños.
Yogures aromatizados, quesos industriales aromatizados, helados, confitería, mermeladas, condimentos, sopas, chicles, ciertos licores, postres, productos de patata procesados, pescado ahumado, BRSA, salsas como chutney, mostaza, cereales para el desayuno, productos delicatessen y otros..