Es la sal sódica del ácido acético (E260). Este último es uno de los conservantes alimentarios más antiguos (es, en particular, el principio activo conocido del vinagre). Está presente de forma natural en muchos alimentos y en nuestro metabolismo. Su uso no parece presentar ningún riesgo asociado.
Muchas categorías de alimentos (sólo algunos alimentos infantiles).