Este aditivo tiene varias funciones. Sin embargo, se utiliza principalmente como emulsionante. Se utiliza, por ejemplo, en la fabricación de productos de panadería para ablandar la miga, evitar que se formen burbujas y dar más volumen a los productos. Al igual que en el caso del E471, diversos estudios realizados en ratones sugieren que el consumo de este aditivo (y más en general, el consumo de emulsionantes) podría dar lugar a un aumento de la permeabilidad de la barrera intestinal y favorecer así las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino, el aumento de la adiposidad (síndrome metabólico) y el desarrollo de la diabetes. Estos aditivos también podrían perturbar el equilibrio de la flora intestinal, promoviendo reacciones autoinmunes. La inflamación intestinal crónica causada por estos emulsionantes podría finalmente promover el desarrollo de cáncer de colon.
Muchas categorías de alimentos, excepto en particular los alimentos para lactantes.